Las organizaciones sociales, sindicales y empresariales reunidas en el Comité Cívico de Santa Cruz, en el oriente de Bolivia, radicalizaron ayer su protesta contra la subida del gasóleo decretada por el presidente Carlos Mesa, a pesar de que aceptó suavizarla del 23% al 15%. La acción del comité, que no acepta ningún alza del carburante, se une a la huelga de hambre que por el mismo motivo empezó hace una semana y que casi cien personas secundan. En los últimos días, además, jóvenes enfurecidos irrumpieron en varias oficinas públicas.
Fuentes diplomáticas ven con preocupación la protesta, aunque reconocen que se circunscribe a la zona de Santa Cruz, y que en el resto del país el presidente Mesa mantiene el apoyo ciudadano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de enero de 2005