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OPINIÓN DEL LECTOR

Upa!

La mayoría de nosotros soportamos últimamente los limitadores de velocidad que, lejos de ser algo nuevo (ya se intentó hace años con las famosas "chinchetas"), parecen volver a renacer en las mentes de algunos ediles o presidentes de comunidades de urbanizaciones privadas. Sería bueno recordar que aquellas macro-chinchetas de acero alternadas en hilera, fueron al final eliminadas por suponer un obstáculo peligroso en la calzada y eso que imprimían al auto un movimiento de vaivén hasta cierto punto agradable. Pues bien; algo ha debido cambiar en el corpus legislativo o en el animus del legislador y ahora nos sorprenden con una barrera transversal a la marcha hecha de asfalto que, no por más integrado en la calzada, resulta menos molesto y peligroso. Es más, su peligrosidad aumenta, dado que si bien al principio están pintados de color blanco o amarillo tráfico, acaban desteñidos y difíciles de detectar a simple vista. Y no todos ellos están señalizados por la que debería ser preceptiva placa vertical de "perfil irregular".

Soportar un trayecto a diario plagado de estos obstáculos es irritante y perjudicial para la mecánica del automóvil e incluso para la seguridad (he visto hacer de todo al tratar de esquivarlos.) No sé; pero algo en todo esto me huele a irregular. Entiendo que quien padece la irresponsabilidad de los conductores: colegios, urbanizaciones, cruces peligrosos, vías rápidas, etc. se sientan tentados a solicitar que se instalen. Pero considero que en algunos casos no están ubicados ni con las garantías de seguridad ni mucho menos con las legales suficientes. Y éstos son los casos que invito a que todos los automovilistas responsables, denunciemos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de enero de 2005