La Iglesia católica ha vivido una semana convulsa. Las declaraciones del portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, abriendo la puerta al uso del preservativo para prevenir el sida, ha movilizado en su contra al Vaticano y a los obispos. En cambio, la pérdida del número de jóvenes practicantes (del 28% al 14%) no ha causado revuelo. El Episcopado niega que haya relación entre su postura frente al preservativo y su alejamiento de la juventud.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de enero de 2005