El presidente de Unión Valenciana (UV), Julio Chanzá, renunció ayer al cargo, para el que fue elegido en octubre de 2003, por las "diferencias entre los miembros de la ejecutiva", que han provocado "la ingobernabilidad del partido en los últimos meses", según dijo el ya ex presidente de la formación regionalista, que ahora será dirigida por una gestora cuya misión será convocar una asamblea para elegir a la nueva dirección antes de tres meses. La dimisión de Chanzá deja bajo mínimos al partido regionalista, que en los últimos años ha vivido en permanente crisis.
La decisión de no concurrir a las elecciones generales del pasado año, en las que algunos miembros de UV se integraron en las listas del PP; la presión de aquéllos para que los regionalistas no presenten listas en las próximas elecciones autonómicas, y la comparecencia de Chanzá en las Cortes ante la ponencia de reforma del Estatut d'Autonomia, donde defendió la rebaja del 5% al 3% del mínimo necesario para obtener representación -cuando la postura oficial de UV es mantener el límite actual-, han sido los detonantes de la decisión.
Chanzá, alcalde de Alcàsser y diputado provincial, explicó respecto a este último asunto: "Es lógico que, si a nosotros nos ha impedido tener representación en los últimos años en las Cortes esta barrera, estemos en favor; otros [entre los que nombró al senador de UV integrado en las listas del PP José María Chiquillo] están en contra, ellos sabrán por qué".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de enero de 2005