Promusicae eligió un día desafortunado para la presentación del Libro blanco, ya que estaba cantada la ausencia de las discográficas independientes: el acto coincidió con la celebración del MIDEM (Mercado Internacional del Disco y la Edición Musical) en Cannes, que este año cuenta con la presencia de más de setenta pequeñas compañías españolas. El MIDEM atrae precisamente a la franja más dinámica de la industria española, que acude al sureste de Francia para intentar exportar sus producciones y conectar con los demás proveedores de músicas y artistas que caen fuera del paraguas de las multinacionales. Entre las propuestas españolas puede encontrarse desde Cuba canta a Serrat, un homenaje antillano que ha producido Discmedi, a A mis soledades voy, de mis soledades vengo, un espectáculo de versos clásicos llevados al flamenco por José Menese, una iniciativa de Boa Cor. Ambos lanzamientos, y es otro signo de los tiempos, son combos: ofrecen CD y DVD en el mismo envoltorio.
El MIDEM 2005 es testigo del cambio de enfoque en la distribución de la música: Napster y servicios similares ocupan los espacios que antes acogían a discográficas. Hay otros síntomas del encogimiento de la industria y sus presupuestos: cada vez son más modestos los despliegues de los participantes. Así, la SGAE ha renunciado a sus clásicos showcases (conciertos para profesionales) y se contenta con presentar a dos pinchadiscos en breves sesiones.
Pero aparte del aspecto mercantil, el MIDEM desarrolla otras actividades. Así, dentro de los Midem Classic Awards se ha premiado, entre otros, a Jordi Savall, por su disco Musicall humours; a René Jacobs como artista del año; a Claudio Abbado (Una vida dedicada a la música) y al sello Alpha como el mejor del año. El premio Joven artista del año fue para el pianista Llyr Wylliams y el de disco del año para Las bodas de Fígaro (por el Collegium Vocale de Gante. Concerto Köln, de René Jacobs,Harmonia Mundi).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de enero de 2005