El intenso frío que invadió ayer Cataluña, con descensos de hasta 10 grados de las temperaturas, llegó acompañado de fuertes vientos y dificultó la circulación en carreteras del norte de Lleida y de Girona, donde la nieve y el hielo obligaron a suspender el transporte escolar en varios municipios dejando sin clase a 326 alumnos. Algunas poblaciones se vieron obligadas a usar quitanieves, como se ve en la foto de Ribera de Cardós (Pallars Sobirà). Las rachas de viento avivaron incendios forestales en Porrera (Priorat), Sant Salvador de Guardiola (Bages) y Calafell (Baix Penedès), como muestra la imagen. La ola de frío obligó a ampliar las camas que Barcelona dispuso para los sin techo. En El Vendrell, un indigente que dormía en la carreterera murió en la noche del lunes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de enero de 2005