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Crítica:BAZAR

Protector contra fallos de energía

La calidad de la señal eléctrica es cada vez peor, con frecuentes subidas y bajadas de tensión respecto a los valores nominales, debido, en parte, a la cantidad de ordenadores y aparatos electrónicos conectados y que provocan un deterioro de la señal eléctrica con sus fuentes de alimentación conmutadas. Aunque esporádicas, también se producen en nuestro país averías y cortes de corriente. Conviene, por tanto, tener el ordenador protegido contra estas anomalías; las oscilaciones de la tensión y los llamados microcortes de electricidad acortan a la larga la vida de los chips y un apagón puede dar al traste con varias horas de trabajo.

Por suerte, los equipos de alimentación ininterrumpida (SAI) actuales son relativamente económicos, compactos y fiables. Por unos 100 euros se tiene protegido de sobretensiones y apagones el ordenador y otros aparatos, como la impresora, el módem y el teléfono. En el caso de que se vaya la corriente, se pone automáticamente en marcha la batería y transcurridos unos minutos, si no se restablece el servicio, se cierran ordenadamente los archivos y los equipos encendidos. Así no se pierde nada.

Protection Center 500 VA

Empresa: MGE

Precio: 99 euros

Teléfono: 902 15 90 33

Sitio: www.mgeups.es

Existen diversas marcas que compiten en este mercado, aparte de las marcas desconocidas procedentes de Asia. Entre las de prestigio están MGE, APC y Emerson-Liebert, con numerosos modelos. Hay que tener en cuenta que se necesitan al menos 500 VA (equivalentes a unos 300 W) para proteger un ordenador, y mejor 1.000 VA para dos ordenadores y un portátil, que no es un equipamiento tan extraño para una familia. Se puede aprovechar para conectar el televisor, el vídeo y el equipo de cine en casa.

Una solución cómoda es el Protection Center de MGE, porque además de SAI completo lleva ocho tomas de corriente y dos para teléfono y USB. Hay que evitar, sin embargo, conectar la estufa u otro aparato de gran potencia, porque entonces más que proteger se estropea el SAI.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de enero de 2005