Las bolsas pusieron fin precipitadamente a la reacción técnica del martes al volver las cotizaciones al punto de partida origen de las ventas, y es que, a falta de otros alicientes, son los precios los que marcan la pauta a los inversores.
La volatilidad es muy alta en estos días, pero con el agravante de contar con unos márgenes muy estrechos en los que no todos los inversores saben moverse con la agilidad suficiente. Al tiempo, los importantes movimientos institucionales -ayer se movieron casi 2.000 millones de euros en ese tipo de operaciones- despistan al inversor de a pie, que intenta leer en ellos las claves del comportamiento del mercado.
La contratación total en el Mercado Continuo fue de 3.981,49 millones de euros, de los que sólo 1.983,56 millones se generaron en el mercado "abierto" al público en general. Algunos observadores destacaban que "tal y como están las cosas", esa cantidad de dinero indica que existe interés por la renta variable, a pesar de la irregularidad de su ritmo y dirección.
La mayoría de los inversores apuestan por valores concretos y empiezan a olvidarse de replicar los índices, es decir, de seguir la imposible tendencia de un mercado demasiado pendiente de los vaivenes del petróleo, en términos globales, y de los problemas de los banqueros, a nivel interno.
El Ibex 35 terminaba esta sesión con un avance del 0,28% gracias al empuje de los valores de tamaño medio, lo que le permitía destacar sobre el conjunto de los mercados de la eurozona, que terminaron la jornada con pequeños recortes. La Bolsa de Madrid subió el 0,29%, mientras que París bajaba el 0,06% y Francfort cedía el 0,47%, a pesar de que el índice de confianza empresarial en Alemania del mes de enero subió dos centésimas. Londres también se descolgó del tono vendedor y subió al cierre el 0,08%.
La Bolsa de Nueva York recuperaba el nivel de los 10.500 puntos, con una subida del 0,41% a media sesión, apoyada por los resultados empresariales y por el aumento de las reservas de crudo, una buena noticia en pleno invierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de enero de 2005