Pese a que el plan Ibarretxe provoca opiniones contrapuestas entre las bases de Convergència i Unió (CiU), los nacionalistas van a contar con sus socios del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en la campaña del referéndum de la Constitución europea. Ambos partidos, hermanados en la soberanista Declaración de Barcelona, van a celebrar mítines conjuntos tanto en Cataluña como en el País Vasco. De esta manera, el presidente de CiU, Artur Mas, participará en un acto en el País Vasco el día 12 y su homólogo del PNV, Josu Jon Imaz, lo hará a la mañana siguiente en Barcelona. En cambio, el secretario general de la federación, el democristiano Josep Antoni Duran Lleida, se centrará casi en exclusiva en Cataluña. El tercer socio de la Declaración de Barcelona, el Bloque Nacionalista Galego, se ha inclinado por votar contra el tratado europeo.
Los convergentes organizarán unos 200 actos en esta campaña, la mayoría con un aforo reducido, menos el mitin central, que será una calçotada en L'Espluga de Francolí, y se gastarán medio millón de euros que saldrán de la caja de la federación, ya que el Gobierno no sufraga la propaganda de este tipo de citas electorales.
El secretario general adjunto de CiU, Xavier Trias, informó ayer de que el partido no eludirá en sus mítines ciertas críticas a la Constitución europea, pese a reconocer que ahora es un "convencidísimo" partidario del tratado, cuando hace sólo unos meses lo rechazaba de plano. Estas críticas, sobre todo, irán dirigidas al Gobierno central, al que se culpa del escaso reconocimiento de Cataluña. "El problema no es Europa, sino España", denunció.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de enero de 2005