Un bebé nacido el 5 de enero en Córdoba murió durante la madrugada de ayer cuando dormía con 25 inmigrantes en un local abandonado de una de las zonas más deprimidas de la ciudad. A la espera de la autopsia, que se realizará hoy, fuentes municipales no pudieron confirmar la causa de la muerte.
Pablo, hijo de inmigrantes rumanos, nació en el hospital Reina Sofía. En el local donde murió había otros cuatro bebés. Los padres de Pablo, Leonar y Nae, ya habían sido desalojados dos veces de asentamientos que habían construido a las afueras de la ciudad, según una ONG que trabaja con ellos.
El grupo iba a ser alojado desde anoche hasta el viernes próximo en una escuela taller de la ONG Adsam. Los cinco menores de tres años serán escolarizados desde mañana.
La Policía Local conocía desde el pasado jueves que el grupo pernoctaba en el local, según Efe. Pero Inés Fontiveros, la teniente de alcalde, dijo ayer que, al estar en un edificio propiedad de la Junta de Andalucía, algo que ésta niega, la policía no pudo desalojarlos.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía acusó a las administraciones de abandonar a este colectivo y al Ayuntamiento cordobés de practicar el "hostigamiento policial" contra los rumanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de enero de 2005