Ha llamado poderosamente mi atención que las personas que protagonizan la campaña institucional en favor de la Constitución europea sean hombres, al menos en su mayoría. Admito que puedo no haber visto en televisión o en su diario todos los spots o anuncios publicitarios, pero hasta la fecha no he visto en ellos sino personajes de la esfera masculina, incluido un niño. Lo cual me parecería muy bien si no fuera por el pequeño detalle de que más del 50% de la población lo componen las mujeres. Las o los responsables de la campaña deberían haberse percatado de ello.
Sinceramente, parece que sólo se buscan golpes de efecto y no los mecanismos verdaderos que promocionan el que la sociedad en general incorpore que los hombres y las mujeres tienen igualdad de derechos y obligaciones, precisamente ante la sociedad. Ya es bastante penoso ver la "foto de familia" de las altas autoridades de la Unión Europea en la que a duras penas se encuentra a una mujer entre una verdadera maraña de personajes masculinos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de enero de 2005