FITUR, la mayor feria de turismo del mundo, abrió al público no profesional sus puertas. Y, como cada año, la respuesta popular fue masiva. Miles de personas se acercaron a los pabellones a conocer destinos turísticos de ensueño. Cargaron con los regalos y publicidades que los responsables de los expositores les ofrecieron. Hubo quien acudió, incluso, con un carrito de la compra para hacer más fácil el acarreo de las promociones, y hubo quien tuvo que sentarse para tomar aire y fuerzas por el esfuerzo. FITUR, que ha celebrado su vigésima quinta edición, cuenta con más de 150.000 metros cuadrados de exposición. Han participado 170 países y ha sido visitado por más de 300.000 personas, entre profesionales y público en general.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de enero de 2005