Fernando y Emilio han tenido una idea. Comprarán un barco y lo habilitarán para realizar, al igual que ya hacen autobuses de dos pisos, un tour por la capital gaditana pero con el aliciente de que las vistas se disfrutarán desde el mar. Fernando y Emilio son universitarios, recién licenciados en Historia, y su proyecto empresarial es uno de los diez seleccionados en la Convocatoria de Ideas Humanidades-Empresa, con la que la Universidad de Cádiz (UCA) trata de fomentar el carácter emprendedor de los estudiantes de letras.
Fernando Miguel Jiménez Barrios, de 28 años, y Emilio Rodríguez Sosa, de 30 años, son ejemplos de lo que pretenden conseguir los responsables de la UCA: jóvenes recién salidos de la facultad y dispuestos a rentabilizar sus conocimientos adquiridos mediante su propia empresa. La iniciativa ha sido impulsada por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), enmarcada dentro del vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación. Su máximo responsable, Joaquín Moreno, explica que "cada vez existe una relación más estrecha entre los saberes tecnológicos de la sociedad de la información y los relacionados con las Humanidades".
También esta convocatoria quiere romper tópicos, hacer desaparecer la idea de que los emprendedores sólo saben de números, laboratorios, mecanismos tecnológicos y avances científicos. Así lo defiende Fernando. "Ser emprendedor depende de uno, no de lo que hayas estudiado". Éste fue uno de los motivos por los que se animó a participar en esta iniciativa. En total, la UCA ha recibido 36 propuestas, entre ellas, ocho relacionadas con Historia; cuatro de diversas filologías y dos de lingüística. Finalmente, diez han pasado a una segunda fase. Desde este mes y hasta junio, podrán elaborar su plan de empresa.
El proyecto de Fernando y Emilio tiene mucho que ver con un área de grandes salidas, como es el turismo. Otra seleccionada es Ana María del Corral, quien ha ideado una empresa de animación con rutas por la capital gaditana recreándose en los elementos folclóricos, también orientada a los visitantes foráneos. Pero la decena de proyectos elegidos son muy diversos. Juana María Peregrino, de Filología Inglesa, ha diseñado un sistema de enseñanza del idioma a niños discapacitados o ingresados en el hospital a través de medios telemáticos. Son proyectos que, para muchos, todavía son meras ilusiones. Les queda un largo camino para cumplir su objetivo final. Pero el primer reto, el de presentar una idea, ya lo han superado. Ahora les queda emprenderla con buena letra
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de febrero de 2005