El dentista de la prisión de Quatre Camins, Xavier Bazán, fue requerido ayer para que entregara el pase de entrada a la prisión que ha venido utilizando los últimos tres años. La medida se produce después de que Bazán denunciase el "lamentable" estado de la clínica dental de la cárcel, así como la falta de medios e higiene (véase EL PAÍS del 28 de enero), aunque el Departamento de Justicia negó ayer que exista relación entre ambos hechos.
Montserrat García, subdirectora de Tratamiento y Servicios Sanitarios de Justicia, explicó que a Bazán se le retiró el pase porque ayer vencía el contrato y el mes de prórroga de la concesión de que ha venido disfrutando, y a la espera de que se resuelva en los próximos días la renovación del servicio. Todo apunta a que no se le renovará a Bazán, quien explicó que jamás le había ocurrido nada así en ese tiempo de prórroga y recordó que en las instalaciones de la cárcel tiene material médico de su propiedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de febrero de 2005