EL FUTURO DE LA CREACIÓN
La falta de coordinación en materia cultural entre las distintas administraciones es uno de los muchos problemas que afectan al sector de la creación en España. Lo explicitaron ayer algunos autores en un frustrado debate con consejeros autonómicos de Cultura en el que no hubo tiempo más que para la explicación genérica de las respectivas políticas.
Quizá porque pisotean ese ansia por la fama a cualquier precio o, más bien, porque son dos piezas plagadas de imágenes esculpidas a golpe de lenguaje exuberante, Nieva define ¡Viva el estupor! y Los mismos como "comedias televisivas".
El escultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924-2000) fue un hombre parco en palabras, incluso con sus hijos, pero hay un mensaje que no se cansó de repetirles: "Hay que mantener siempre el nivel de dignidad un punto por encima del miedo".
Marcel Duchamp fue el pionero cuando en 1917 convirtió un urinario de caballeros en su obra La fontaine (La fuente). Desde entonces, de una manera u otra, muchos han seguido sus pasos. Así lo recoge la exposición El estado de las cosas.
La tercera jornada de la Pasarela Gaudí de Barcelona discurrió entre las propuestas en negro duro de Txell Miras y Gloria Rodríguez Figueroa y el acumulativo informal de Miro Jeans.