Miguel Iturrino, el capitán del pesquero Poolster, de pabellón británico y propiedad de un armador de Ondarroa, admitió ante los gendarmes que estaba utilizando artes no autorizadas cuando fue apresado el martes por una patrullera francesa cerca de La Rochelle por pesca ilegal. La dirección de Asuntos Marítimos del país vecino pedirá hoy al juez que fije una fianza de 45.000 euros, la máxima para los cargos de que se le acusa, según señaló un portavoz de la agencia que lo representa. Hasta entonces no podrá abandonar el puerto de La Rochelle.
El pesquero, propiedad del armador Eguidazu, llevaba una tripulación íntegramente española cuando fue detectado el martes a unos 100 kilómetros del estuario de Gironde y desviado al citado puerto. Los agentes de Asuntos Marítimos constataron que utilizaba una red prohibida y descubrieron en su puente una treintena de cajas vacias. El capitán, al frente de una tripulación española, reconoció que habían tirado su contenido al mar justo antes del control para evitar problemas. Y es que, al operar bajo bandera británica, no disponía de una cuota para pescar especies nobles como la merluza, el lenguado o la pescadilla. Las aproximadamente dos toneladas de otros peces que había en el barco ha sido confiscadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de febrero de 2005