Las grúas del País Vasco han retirado más de 600 vehículos en los últimos tres días tras la desconvocatoria, el lunes, de la huelga iniciada el pasado 21 de enero. Los empresarios calculan que para mañana habrán despejado las calzadas de coches averiados o accidentados.
El paro realizado ha sido diferente al de agosto, cuando los arcenes se llenaron de coches sin asistencia. Esta vez, las grúas de la Ertzaintza y de las policías municipales se han afanado en depositar los vehículos en áreas de descanso o zonas despejadas. El presidente de la asociación vasca de empresas de auxilio en carretera, Abeac, Joaquín Herrero, afirmó ayer que la mayoría de los vehículos remolcados desde el lunes se ubicaban en gasolineras o zonas fuera de las carreteras. Herrero añadió que en los arcenes sólo se han retirado un centenar desde el lunes.
Los empresarios vascos de remolques -más de medio centenar que disponen de 350 grúas en funcionamiento en Euskadi- han amenazado con nuevos paros a partir del próximo martes si las compañías aseguradoras no suben para entonces las tarifas en un 50%. Herrero aseguró que las reuniones con los seguros para abordar este asunto se mantendrán en los próximos días. La asamblea vasca ha sido la única en España que ha establecido un plazo concreto para que se apliquen subidas y aprobó realizar paros selectivos con las compañías que los rechacen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de febrero de 2005