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Jamie King, coreógrafo de Madonna y de Prince, apuesta por el 'hip-hop'

Jamie King estaba acostumbrado a los escándalos, algo "normal", en su opinión, para alguien que ha desarrollado su carrera como coreógrafo en el circuito del pop y del rock con artistas como Prince, Elton John o Michael Jackson. Fue idea suya que Madonna besara en la boca a Britney Spears y Christina Aguilera, pero no esperaba que el videoclip grabado con ocasión de la publicación del disco American life, levantara tanta polémica como para tener que retirar algunas escenas. "Se grabó antes de la guerra de Irak y entiendo que se considerara que el clima no era el oportuno para tocar esos asuntos, pero es una pena porque el vídeo era muy bueno", contó ayer King, de paso por Madrid para presentar un spot publicitario. "El pop y el rock han hecho mucho por el baile contemporáneo. No hay más que ver cómo han crecido las emisoras musicales o la importancia que se concede a los videoclip", cuenta. El creador de las secuencias de baile más copiadas de los últimos tiempos empezó su carrera en 1993 con Prince con el que colaboró durante años. "Me enseñó escenificación, iluminación y, lo más importante, la fusión de la música con el movimiento. Es un genio", añade. Comparte la opinión de los que consideran que el hip-hop es la música en alza. Le encanta el rap y ya ha colaborado con Missy Elliot. Su idea es que bailar bien es más cuestión de voluntad que de cualidades. "Seguramente Jennifer López se considera la mejor bailarina del mundo y eso es importante para alguien que tiene que subirse a un escenario. Hay que partir de esa convicción y tener algunos conocimientos de ballet", argumenta. Encargado del montaje de la 68ª edición de los Oscar, ello no ha distorsionado su método de trabajo. "Me muevo por impulsos. Una escena callejera o una fotografía pueden inspirar un nuevo paso", concluye.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de febrero de 2005