A sus 97 años cumplidos, el famoso arquitecto Oscar Niemeyer, creador de la ciudad de Brasilia y que suele decir que en el mundo ya quedan apenas dos comunistas, él y el Nobel de Literatura José Saramago, sigue despertando en las mujeres una fascinación especial. Incluso entre las más jóvenes. Niemeyer, que sigue en plena actividad, dando conferencias y realizando planos arquitectónicos, el miércoles pasado, mientras hablaba en el Espacio Sec en Copacabana, en Río, se divirtió no sólo hablando de sus proyectos "de futuro", sino riéndose todo lo que pudo del presidente Bush, enardeciendo a la asamblea, casi toda ella de jóvenes. Al final de su conferencia, el nonagenario arquitecto dijo que podían hacerle preguntas. La primera que se levantó fue la adolescente Laura do Couto Moraes Neves, quien, muy brasileña, le dijo: "Mire, maestro, no voy a hacerle una pregunta. Voy a hacerle un ruego. Tengo 12 años, sueño con ser arquitecta y me gustaría que mi primer paso en mi futura profesión fuera darle un beso. ¿Puedo?". Niemeyer no respondió. Entornó sólo los ojos de emoción, dejando, feliz, que la futura arquitecta cumpliese su deseo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de febrero de 2005