El Ministerio de Medio Ambiente afirmó ayer que vería "con muy buenos ojos" la participación económica de la Generalitat en el trasvase Júcar-Vinalopó, en respuesta al anuncio del consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, que el martes se comprometió a ayudar a los usuarios si es necesario ante la supresión en el proyecto de los abastecimientos a la costa, sustituidos por desalación.
El ministerio animó al Consell a concretar esta oferta "en un convenio" para proceder "ahora mismo" a su firma, al tiempo que reiteró que con una transferencia media de 20 hectómetros cúbicos anuales los regantes no tendrán problemas para afrontar el pago del agua, según destacó un portavoz.
García Antón sostiene que la eliminación de los consumos costeros de L'Alacantí y la Marina Baixa, cuyas poblaciones participan en la financiación del proyecto, deja "indefensos" a los regantes y altera la financiación del proyecto. "Ante esa irresponsabilidad, hemos dicho que les respaldamos", asegura el consejero. El Consell no ha fijado ninguna aportación ni la forma en que la materializaría. Según el consejero, "se buscarán fórmulas" para una posible contribución, de modo que el trasvase sea viable y los regantes "no paguen más".
La obra tiene un coste cercano a los 220 millones de euros y la financian el Ministerio de Medio Ambiente, la Unión Europea y los futuros usuarios, que han obtenido un crédito sindicado por 75 millones de euros, de los cuales 30 los pagarán los regantes y 45 las poblaciones que consuman agua del trasvase. Ante la decisión del Gobierno de cubrir las necesidades de la costa con las desaladoras previstas en el programa AGUA, y reservar los recursos disponibles -tras la revisión del proyecto se prevé una media de entre 12 y 62 hectómetros cúbicos- a la agricultura y los consumos urbanos del medio y alto Vinalopó, los usuarios y la Generalitat exigen que se cumpla el plan de la cuenca del Júcar, que prevé un máximo de 80 hectómetros cúbicos.
El Gobierno insiste en que la modernización de los regadíos de la Acequia Real del Júcar es una condición previa al trasvase que, además, es determinante para garantizar su viabilidad, y reprocha a la Generalitat el retraso en las actuaciones que le competen. "Con la ejecución de estos proyectos sí que ayudarían a los regantes", afirman fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Su presidente, Juan José Moragues, se entrevistará hoy con los usuarios del Vinalopó para transmitirles "tranquilidad" y analizar los próximos pasos del proyecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de febrero de 2005