Bryan Adams cerró ayer en el BEC baracaldés la gira española de presentación de su disco Roomservice, que también ha recalado en Barcelona, Madrid, Bilbao y Salamanca. Su puesta en escena, que ronda las dos horas, era la primera que acogía el Bizkaia Arena, por lo que la calidad del sonido era la gran incógnita en el bautismo musical de un pabellón de 28.000 metros cuadrados de superficie, uno de los mayores de Euskadi. El responsable de la producción de la empresa Get In prometía que era "muy bueno" una hora antes de que la música empezara a sonar.
Más allá de exigencias técnicas, presenciar a Adams en vivo servía para saciar la curiosidad de muchos de los diez mil seguidores que habían adquirido sus entradas. Cientos de ellos aguardaban antes de las siete de la tarde para la apertura de puertas. Tras éstas velaban por el buen desarrollo del evento casi un centenar de personas encargadas de seguridad y asistencia sanitaria. Y más solicitados fueron los servicios del personal repartido en las barras en las que se servían bebidas en vasos de plástico.
Corsarios, abejas, vacas de peluche y la Pantera Rosa no se perdieron este concierto al que unos pocos asistentes acudieron disfrazados por el Carnaval, aunque los primeros en acodarse en las vallas antipánico colocadas para evitar avalanchas frente al escenario sería la decena de incondicionales que pasaron toda la noche al raso. Serían los que menos estrecheces sufrieron en su desplazamiento hasta Barakaldo, aunque la afluencia de espectadores no se vio entorpecida por aglomeraciones destacables, en parte porque la boca de metro de Ansio deja en la misma explanada de acceso al BEC. El tráfico rodado fue fluido y cuando se abrieron los accesos al recinto quedaban muchas plazas libres en el aparcamiento.
Adams abre la lista de una serie de grandes artistas extranjeros que actuarán este año en Euskadi, que incluye a Van Morrison, Crosby y Nash o U2.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de febrero de 2005