"Tengo que escribir las fotos antes de plasmarlas", asegura el fotógrafo, literato y cineasta Rax Rinnekangas (Lapland, Finlandia, 1954). "Hay lugares donde no puedo hacer ninguna. En otros, como en la Península Ibérica, cada imagen lleva inscrita una frase o una novela".
El autor ha resumido ahora en una doble exposición titulada Európia, que presenta en Pamplona hasta el 6 de marzo, un recorrido de 1,3 millones de kilómetros a través de 22 países. Entre 1991 y 2002, ha usado la "luz determinante" para fijar "un viaje por las tradiciones cotidianas de nuestra pequeña aldea que llamamos Europa". Integran Európia una muestra dedicada a Rusia (Espejo ruso, en la galería Descalzos 72) y otra, a la tradición europea (Spiritus Europaeus, en la sala de Zapatería, 40). En total son 45 imágenes de medio y gran formato. Para Rinnekangas, Rusia es "una historia de amor cuyo argumento ha sido escrito por la fatalidad, la religión y el destino de sus gentes" y Europa, "un pueblo con un gran sótano lleno de memorias".
Alejandro Castellote, comisario de la doble exposición, explica la selección de imágenes que la configuran. "La luz es el código susceptible de ser incorporado a la experiencia visual del autor", indica. Rinnekangas presenta múltiples retratos, paisajes de campo y ciudad, aeropuertos y estaciones, objetos cotidianos. "No elude una cierta descripción documental", dice Castellote, "pero produce una asimetría entre las expectativas de información asociadas a su naturaleza y el carácter sutilmente hermético que desprenden".
Una deliberada ambigüedad que les hace parecer fotogramas de una película, narraciones interrumpidas sobre la soledad del ámbito rural y el anonimato de las grandes urbes o sobre los códigos de conducta de los pequeños núcleos sociales, entre los que el autor incluye numerosas fotografías del País Vasco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de febrero de 2005