Cerca 8.000 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Burgos para exigir que no se lleve a cabo el proyecto de cierre de la planta de fabricación de airbag y cinturones de seguridad de la multinacional TRW Automobe en la localidad burgalesa de Quintanaortuño, según datos de la Policía Municipal.
La concentración, tras una manifestación que recorrió el centro de la ciudad, estuvo encabezada por miembros del comité de empresa de la factoría, perteneciente a la multinacional estadounidense Blackstone, cuya división en Europa, con sede central en Alemania, anunció el pasado 20 de enero el cierre de la planta de Burgos y su traslado a la República Checa y a Polonia por razones de rentabilidad.
En la actualidad trabajan en la factoría de Quintanaortuño, a unos 15 kilómetros de Burgos, un total de 308 personas, la mayoría con contrato indefinido. El presidente del comité de empresa de TRW, Javier Marín, advirtió de que este cierre puede ser el inicio de un proceso de deslocalización masivo de empresas de automoción que dañará gravemente a un sector que cuenta con más de 11.000 trabajadores en la provincia de Burgos.
Respecto a la oferta de recolocación de los trabajadores en otras factorías de la empresa que planteó la dirección, Marín la calificó de "mentira, todo humo y falsedad", porque los representantes sindicales de de las otras plantas del grupo en España sospechan que también se va a aplicar en ellas una reducción de plantilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de febrero de 2005