"Madrid necesita descansar" fue, creo, el lema de una reciente campaña (¿del Ayuntamiento?) en la que aparecía un bebé con un chupete en la oreja. El domingo 7 de febrero a las 15 horas, en plena tormenta, se dispara la alarma de un edificio del Ayuntamiento en la carrera de San Francisco, número 8.
A las 18.00 sigue sonando cuando se acercan policías municipales que entran, saltando la verja, en el recinto, y vuelven a salir diciendo que ellos no pueden arreglarlo. Cinco vecinos de la carrera de san Francisco llamamos repetidas veces al 092, donde nos dicen que han recibido muchas llamadas, que están en ello, que tienen que dar con un juez de guardia...; 7 horas después la alarma sigue sonando.
Y así hasta las 0.45 del día 8, cuando, después de dos visitas a comisaría, puse una denuncia (escrita) que al parecer permitía a la Policía Nacional dar aviso a los bomberos para que entraran a desactivarla, cosa que la Policía Municipal no fue capaz de hacer en nueve horas largas. Eso sí, cuando llegaron los bomberos y la Policía Nacional, apareció también un coche grande de la Policía Municipal. A la una de la mañana el barrio por fin descansó. Conclusión: si se dispara una alarma incontrolada no llame a los municipales, aunque la alarma sea del Ayuntamiento, ponga una denuncia (escrita) en la comisaría de su barrio, y si no, hagan acopio de chupetes y ya saben dónde se los tienen que colocar...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de febrero de 2005