La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró ayer que paralizar las obras del trasvase Júcar-Vinalopó, aunque estaban "mal diseñadas por el Gobierno anterior", no es viable desde el punto de vista financiero y supondría gastar fondos públicos "de forma estéril". La ministra respondía así en el Congreso a la interpelación del diputado de ERC Joan Tardá sobre la necesidad de buscar alternativas. Narbona argumentó que "existe un contrato anterior" que da derechos a sus adjudicatarios y por el que se han gastado "más de 70 millones de euros". De no acabar las obras habría que desembolsar "126 millones más de indemnización", y el coste de una alternativa. La ministra dijo que las previsiones del proyecto "estaban mal realizadas", al calcular un caudal de 80 hectómetros cúbicos al año cuando los últimos estudios lo sitúan entre 12 y 62. Narbona reconoció que "existen demandas no satisfechas en L'Alacantí y Vinalopó" y que hay que buscar "mejores soluciones desde la racionalidad del gasto público y del interés medioambiental".
El portavoz de Els Verds del País Valencià, Joan Francesc Peris,dijo que es "intolerable" que el trasvase se financie con fondos europeos, que han estado "bloqueados" a la espera de informes sobre el proyecto, y dijo que "no tolerará" que el diputado Curro Garrido continúe en el grupo socialista "si no se paraliza el trasvase".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de febrero de 2005