La banda terrorista ETA ha cometido 26 atentados, incluido el de ayer, desde la caída de su máximo dirigente, Mikel Albizu Iriarte, Mikel Antza, detenido en Francia el pasado 3 de octubre junto a su pareja, Soledad Iparragirre, Anboto. Ninguno de los atentados de ETA desde entonces ha causado víctimas mortales, aunque sí heridos y daños materiales.
En la mayoría de las ocasiones, las acciones terroristas se han perpetrado con artefactos de escasa potencia, como los que explotaron los días 16, 22 y 23 de octubre cerca de tres inmobiliarias de San Sebastián y Bilbao, o las dos mochilas que estallaron el 13 de noviembre en el refugio militar de Belagua (Navarra), causando desperfectos, pero no daños personales.
El 3 de diciembre, cinco artefactos, también de escasa potencia, estallaron en cinco gasolineras de Madrid, justo en el comienzo del puente de la Constitución. Dos policías sufrieron heridas leves y se produjeron grandes retenciones en las principales carreteras de salida de la ciudad.
Tres días más tarde, el 6 de diciembre, día de la Constitución, ETA hizo estallar siete bombas con escaso explosivo en puntos céntricos de Ávila, León, Málaga, Alicante, Ciudad Real, Valladolid y Santillana del Mar (Cantabria). En total, 13 personas resultan heridas leves.
El 18 de enero, los terroristas colocaron un coche bomba en Getxo (Vizcaya) con 40 kilos de explosivos y tornillería en su interior, que causó heridas leves a un ertzaina.
El último atentado de ETA se había producido el pasado 30 de enero en el hotel Port Denia, en Denia (Alicante), donde la banda terrorista colocó un artefacto con entre cinco y diez kilos de explosivo causando cinco heridos leves y daños materiales cuantiosos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de febrero de 2005