El Ejército colombiano sufrió al menos 17 bajas el miércoles, y la organización guerrillera FARC 11, en combates registrados en el departamento de Antioquia, según confirmaron ayer fuentes castrenses. Otros ocho soldados han sido dados por desaparecidos. Los enfrentamientos se registraron en una zona selvática entre las localidades de Mutatá y Chigorodó (a 800 kilómetros al noroeste de Bogotá) y en ellos murieron 16 soldados y un teniente, declaró en rueda de prensa el general Carlos Alberto Ospina, comandante de las Fuerzas Militares.
También perdieron la vida 11 rebeldes del frente número 45 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Ospina indicó que, tras los combates, fueron dados por desaparecidos ocho soldados de un batallón de la decimoséptima brigada y otros dos resultaron heridos. Los hechos ocurrieron en un lugar cercano a la región bananera de Urabá, de difícil acceso, conocido como Porroso, donde las tropas combatían a los guerrilleros desde el martes.
El comandante de las Fuerzas Militares señaló que se trató de "una operación ofensiva" y no de una emboscada, como se mencionó en un principio y agregó que el área estaba "bajo control". Añadió también que, gracias a información de la población, se logró detener a una columna de guerrilleros que planeaba atacar una localidad indígena de la zona.
Urabá, región situada cerca a la frontera colombiana con Panamá en el Caribe, posee un gran valor estratégico para el tráfico de armas y drogas hacia Centroamérica. Desde hace más de 15 años se enfrentan por su control insurgentes de izquierda y paramilitares de derecha. El presidente del país, Álvaro Uribe, puso en funcionamiento una campaña militar sin precedentes para reducir a los grupos alzados en armas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de febrero de 2005