Condoleezza Rice cerró ayer en Luxemburgo su largo periplo por Europa preparatorio de la visita que George W. Bush realizará a partir del día 21 asegurando que el presidente "va a encontrar una atmósfera constructiva y cálida" en su primera salida al exterior de su segundo mandato.
El viaje de la secretaria de Estado ha servido para mostrar el deseo de europeos y americanos de dar por superados los enfrentamientos del pasado en torno a Irak. También para mostrar la identidad de enfoques en la mayoría de las cuestiones de la agenda internacional (Oriente Próximo, Afganistán, Balcanes, Rusia, Ucrania...) y para apuntar zonas de discrepancia, en particular con respecto al previsible levantamiento europeo del embargo de armas a China. Ante la nuclearización de Irán, Washington hace el papel de policía malo y Europa, el de bueno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de febrero de 2005