El presidente catalán, Pasqual Maragall, formuló un encendido canto a Europa. En una breve intervención inicial, Maragall explicó a los presidentes Jacques Chirac y Rodríguez Zapatero que Cataluña "se siente plenamente europea y quiere verse plenamente reconocida en el mosaico de los pueblos de Europa". Y luego mostró su convicción de que la construcción del sueño europeo ha de permitir que los catalanes digan ¡Visca Europa! como dicen ¡Visca Catalunya! y ¡Visca Espanya!
Las palabras de Maragall dieron pie a que Zapatero subrayara que, además de reforzar la democracia, la paz y la prosperidad, la Constitución es un instrumento que permite "reforzar el desarrollo de la identidad catalana en el conjunto de la UE". Zapatero señaló que a Cataluña "nadie la gana en vocación europeísta", lo que le permitió formular un "¡gracias Cataluña"! que arrancó una fuerte ovación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de febrero de 2005