El presidente de la Autoridad Portuaria de Pasajes, José Ignacio Espel, insistió ayer en la necesidad de construir una dársena exterior para potenciar la actividad del puerto, pese a que el tráfico de mercancías descendió un 3,7% en 2004, situándose en 5.739.504 toneladas. "En los últimos ocho años ha habido una tendencia constante de crecimiento", dijo, tras explicar que los resultados del ejercicio se deben a la situación global del mercado del acero, la apreciación del euro con respecto al dólar y el cierre de la terminal de CLH. "O vamos a una dársena exterior o nos anquilosamos", sentenció.
Para 2020 se prevé un incremento del tráfico portuario en España del 70% y Espel sostiene que Pasajes debe contar con instalaciones adecuadas para estar en condiciones de competir y de repartirse ese "pastel". "No podemos dar mucho más de sí", señaló. Es estos momentos, se está realizando un estudio de mercado sobre la viabilidad de la dársena exterior y sobre la capacidad del puerto en su estado actual.
Pasajes manipula mayoritariamente productos siderúrgicos, que en 2004 constituyeron el 64% del tráfico total, pese a descender en 167.218 toneladas por la situación del mercado del acero y la alta cotización del euro. La mercancía más manipulada fue la chatarra (2.216.188 toneladas) y el tráfico de automóviles (356.907 toneladas), uno de los que más aumentó respecto a 2003.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de febrero de 2005