El encuentro, el martes, del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y su posterior conferencia en el Círculo de Economía de Barcelona estuvo plagado de mensajes y de guiños políticos. Bajo el título Una visión de la España plural, Sevilla alabó el histórico papel reformador de la política catalana en España para expresar su confianza en el proceso actual: "Las reformas en Cataluña en la historia siempre han buscado modernizar España"
Sevilla reclamó a Maragall ante la representación empresarial catalana un sentido pragmático en las reformas. "Los reformistas catalanes han sabido siempre que las reformas en Cataluña necesitan para ser eficaces de reformas en España". Y aireó una reciente cita de Maragall: "Los catalanes no piden la luna".
El ministro también trató de combatir la idea nacionalista que opone "reformismo catalán a inmovilismo madrileño y centralista". Recordó los avances en el ideario reformista del Gobierno, como la creación de la Conferencia de Presidentes, la retirada de conflictos ante el Tribunal Constitucional, la participación de las autonomías en las instituciones europeas y el proceso de reforma de los estatutos, cuyos criterio general recordó: amplio consenso dentro de la Constitución.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de febrero de 2005