Al menos 135 personas han muerto desde el jueves por la noche en la región de Baluchistán, la más pobre de Pakistán, a 1.900 kilómetros de la capital, Islamabad, después de que las lluvias torrenciales provocasen la rotura de la presa de Shakidor, de 150 metros de longitud.
Las lluvias que vienen asolando el país desde hace varios días han ocasionado la muerte en Pakistán de al menos 278 personas en distintos municipios del país. Pero la tragedia más numerosa se produjo en Baluchistán, en la zona de con la rotura de la presa.
El gobernador de Baluchistán, Razak Bugti, declaró ayer que al menos 500 personas permanecen aún desaparecidas, informa Reuters. Miles de personas han perdido sus casas, sus cosechas y su ganado.
La catástrofe tuvo lugar en la zona de Pasni, que se encuentra a unos 800 kilómetros al sur de Queta, capital de Baluchistán. Esta ciudad ha sido en numerosas ocasiones foco de atención periodística a causa de los atentados de radicales islamistas, afines al movimiento talibán, y otras masacres reivindicadas por movimientos independentistas.
El presidente del país, Pervez Musharraf, visitó la zona de la catástrofe para seguir en primera línea las labores de rescate.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de febrero de 2005