La empresa Auto Premium, de Bilbao, dedicada a la actividad siderometalúrgica, ha sido condenada a pagar 60.000 euros a un delegado sindical que sufrió un importante trastorno depresivo por "la grave conducta empresarial" de la que fue objeto. La empresa sometió a este operario a "una injustificada modificación sustancial de las condiciones de trabajo", debido al "poso de animadversión" que tenía hacia él por su condición de "representante de los trabajadores".
Aunque la resolución judicial considera que no se trata de un caso de mobbing, sí estima que ha existido "una flagrante conculcación del derecho a la libertad sindical". El Juzgado de lo Social número 8 de Bilbao destaca que el gerente en una entrevista con el inspector de Trabajo, manifestó "con claridad" que el demandante había sido responsable de una huelga, lo que provocó "una prevención de la gerencia con el trabajador".
El juez dice que "queda constatado un poso de animadversión hacia él en su condición de representante de los trabajadores". La dirección envió al delegado sindical una carta en la que le informaba de que consideraba su producción "muy baja", por lo que se le hizo un "seguimiento individualizado".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de febrero de 2005