"A ver si con su llegada [la de Maribel Domínguez] patrocinamos más el fútbol femenino y nos hacemos galácticas". Milene Domingues, flamante fichaje del Rayo Vallecano hace tres años y, a su pesar, aún Ronaldinha para muchos -"es el mote de las novias de Ronaldo; yo tengo mi nombre", no claudica la madre del único hijo del madridista- se las vio ayer, en el Mini Estadi, con Marigol. Ante 2.000 espectadores, el Barça venció por 3-0 y la mexicana marcó, de penalti, un gol, por lo que lleva seis en tres partidos por dos la mediapunta brasileña (São Paulo, 1980) en todo el campeonato. "Es que soy generosa", advierte Milene; "lo que de verdad me gusta es fabricar ocasiones".
"No destaca por sus remates, sino por sus pases y por la espectacularidad de su juego", asegura su entrenadora, Carmen Martín, cuando se habla de su récord: 55.197 toques de balón sin caérsele en nueve horas y seis minutos.
"Como no me dejaban jugar, me entretenía dándole a la pelota", recuerda de sus inicios, a los 14 años, en un fútbol de hombres con el beneplácito de sus hermanos y la incertidumbre de su madre, que la empujaba a las pasarelas. "Incluso ahí me entretenía con la bola en los descansos", confiesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de febrero de 2005