La oficina de atención al ciudadano que instaló la unión temporal de empresas (UTE) a la que se adjudicaron las obras de prolongación de la línea 5 -constituida por Fomento de Construcciones y Contratas, Copisa y Comsa- atendió entre diciembre de 2002 y finales de 2004 un total de 2.067 consultas y quejas de los vecinos del Carmel. Éstas estuvieron motivadas sobre todo por la aparición de grietas en los edificios y por los ruidos que provocaban las obras. Las protestas por los ruidos generados por la noche supusieron que se aceptara reducir la jornada laboral de la UTE hasta que ésta adoptara medidas de insonorización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de febrero de 2005