El Gobierno catalán no quiere cometer el mismo error que hace dos semanas cuando organizó el retorno de los primeros 350 de los 1.057 desalojados del barrio del Carmel a sus casas, que tuvo que anularse al día siguiente por un nuevo socavón. Por eso, pese a que el fin de los trabajos del relleno del hormigonado del túnel de maniobra se prevé para esta misma semana, ni la Generalitat ni el Ayuntamiento se aventuran a poner fecha. La condición será la seguridad de las viviendas.
Hasta ayer se habían vertido 12.400 metros cúbicos y el total previsto al inicio de los trabajos era de 18.000. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, precisó que el rellenado del túnel podrá acabar en "cuatro o cinco días" pero que después se debía comprobar la estabilidad del subsuelo y de las fincas.
Fuentes del departamento de Política Territorial y del Ayuntamiento de Barcelona apuntaron, además, que los afectados podrán designar a los peritos independientes que consideren oportuno para que les asesoren a propósito de la seguridad de los edificios y de sus casas. La Administración asumirá los costes que puedan suponer esos informes periciales. De esa forma, los afectados no dependerán del criterio de los técnicos de la Administración.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de febrero de 2005