Las autoridades de Guinea Conakry detuvieron el pasado lunes un barco mercante, el Trasatlantic, de 70 metros de eslora, con 60 subsaharianos a bordo, ante la posibilidad de que se dirigiera a Las Palmas de Gran Canaria. El buque, en buen estado aunque mal pintado y con varias reparaciones de chapa en su casco, fue interceptado en la isla de Loo, frente a las costas de Guinea Conakry, tras un aviso de la Brigada de Extranjería de la policía española.
El capitán, alemán, había huido cuando se interceptó el barco, pero fue detenido ayer. Según declaró anoche, el barco partió hace un mes de Takoradi (Ghana), donde embarcó madera. A partir de ese momento, siempre según la versión del capitán, navegó pegado a la costa, cargando y descargando pasajeros en puertos de Costa de Marfil (donde cargó aceite de palma), Liberia y Sierra Leona antes de llegar a Guinea Conakry.
Una fuente diplomática de ese país confirmó anoche que la tripulación, integrada por "subsaharianos y hombres de aspecto turco", ha asegurado que se trata de un barco de carga, que aprovecha su ruta para transportar pasajeros.
Los 60 subsaharianos, entre ellos dos mujeres, procedían de Costa de Marfil, Malí, Sierra Leona, Liberia y Ghana, además de siete jóvenes de Suiza, Francia y Bélgica, que transportaban yembés (grandes tambores africanos). Éstos declararon que pagaron seis euros por el trayecto de Ghana a Senegal. La mayoría de los pasajeros aseguraron haber entregado cantidades similares. Sólo uno dijo que su intención era llegar a Dakar y embarcar en otro barco con destino a un puerto español.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de febrero de 2005