El vicepresidente de Siria, Abdelhalim Khaddam, responsabilizó ayer a Israel del asesinato del ex priner ministro libanés Rafik Hariri. Khaddam, quien se presentó como un amigo personal de Hariri, declaró, mientras daba el pésame a la familia del difunto, que este asesinato dañaba a la seguridad y a la paz en Líbano.
Respecto a la posible responsabilidad de Siria en la muerte de Hariri, Khaddam fue rotundo: "Los israelíes asesinaron a un pueblo entero [los palestinos], a toda una región. Se puede esperar lo peor de ellos".
Preguntado sobre una reacción a estas acusaciones, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, afirmó que "no era necesario contestar" y añadió que "Israel es un país que busca la paz con los Estados árabes, incluido Siria".
El ministro sirio de Información, Mahdi Djlala, fue el más directo en defender su país, que la oposición libanesa responsabiliza de la muerte de Hariri. Djlala rechazó ayer, en una entrevista a la cadena de televisión Al Yazira, estas acusaciones que "tienen como objetivo desviar la atención de los verdaderos autores, que son los enemigos de Líbano". El ministro no precisó a quiénes se refería por "enemigos". Las palabras del vice presidente sirio, Abdelhallim Khaddam, confirman la costumbre siria de vincular los atentados en Líbano con Israel. El periódico oficial sirio, Tishrin, escribía ayer que Israel es "el único país que se beneficia de la debilidad de Líbano".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de febrero de 2005