El viceministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Nicolas Schmit, reiteró ayer en Madrid el "total apoyo" de la Presidencia de turno de la UE, que ostenta su país, a la política española de inmigración y, en concreto, al proceso de regularización de indocumentados que se prolongará hasta el próximo 7 de mayo.
Tras mantener una reunión con el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y con la secretaria de Estado para la Inmigración y la Emigración, Consuelo Rumí, Schmit declaró: "Creo que España ha tomado una iniciativa muy sensata. Las medidas del Gobierno español para legalizar a los irregulares no deben tener consecuencias negativas, sino positivas, sobre los otros países miembros de la Unión. La inmigración ilegal es un problema que se plantea en todos los países europeos, y deberíamos tomar medidas en común, si es que deseamos luchar de verdad contra ella".
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Antes de su encuentro con Caldera, Schmit se había reunido en el Ministerio de Asuntos Exteriores con el secretario de Estado para la UE, Alberto Navarro. En una rueda de prensa posterior, el viceministro luxemburgués negó haber recibido quejas formales de los socios europeos hacia la política española.
Añadió que la Presidencia "entiende perfectamente las razones" de España para hacer el proceso de regularización de trabajadores y dijo que "la idea de legalizar la inmigración clandestina es positiva, sobre todo cuando aflora el mercado negro de trabajo".
Caldera declaró que el proceso de regularización "avanza muy bien, desde el punto de vista administrativo". "El número de solicitudes se incrementa cada día", afirmó, "y el 95% de los expedientes presentados son correctos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de febrero de 2005