Si después de criticar lo que en el futuro puedan o no hacer otros, lo que él viene haciendo, silenciosamente, desde que dejó de ser vicepresidente del Gobierno...
Si después, y sólo después, de que salga a la luz pública que viene percibiendo dos sustanciosos sueldos, cambia de discurso y condiciona su renuncia a uno cuando otros renuncien a una futurible indemnización...
Si después anuncia que renuncia a uno de sus sustanciosos sueldos, cuando en realidad lo sigue percibiendo y lo va a destinar a lo que él libremente decida...
¿Cómo quiere, Sr. Arenas, que nos creamos una palabra de lo que dice.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de febrero de 2005