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Un anticipo del nuevo disco de Marina Heredia

La palabra se compartió con el público. Una de las asistentes defendió la condición de víctimas de todas las mujeres y pidió que la sociedad denuncie los símbolos que contribuyen a la difusión de los valores machistas. Para Grandes, uno de esos símbolos es la sucesión en la Corona y para abolirla, pidió la reforma de la Constitución.

Unas alegrías y unos tangos de Marina Heredia pusieron el punto final a los debates. La cantaora, acompañada al toque por José Quevedo, se despidió con una versión del poema de Rafael Alberti La balada del que nunca fue a Granada. Este tema pertenece al nuevo trabajo discográfico de la cantaora granadina, que podría salir al mercado la próxima primavera.

El disco, con el título provisional de La voz del agua, incluye también una versión de la canción de Carlos Cano Tango de las madres locas y del poema del poeta granadino Manuel Benítez Carrasco La gran faena. En esta grabación han colaborado, además de José Quevedo, el percusionista Paquito González, Joaquín Grilo y Curro Albaicín. Éste será el segundo trabajo de Marina Heredia, que se presentó en el mercado en 2001 con Me duele, me duele, producido por Pepe de Lucía.

Durante su intervención en el debate, la artista granadina explicó que, a sus 24 años, carecía de "episodios malos" para contar y comparó su situación con la de hace 60 años. "Sería impensable que a la Niña de los Peines le hubieran dicho vente a hablar de malos tratos", comentó. Aunque Heredia dijo que la situación entre las mujeres gitanas había mejorado, también reconoció que "el gitano está como 20 siglos peor".

El contenido íntegro de los debates organizados ayer en la Facultad de Medicina de Granada se reproducirá en un cuadernillo especial que publicará EL PAÍS el próximo lunes 28 de Febrero, que estará dedicado a las mujeres andaluzas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2005