Los dueños de cada televisor pagan en Alemania 16,15 euros al mes en concepto de canon. Esta cantidad les da derecho a ver los dos programas nacionales y el regional de su Estado federado por televisión terrestre más otros seis si tiene cable o parabólica. Además, puede escuchar la radio pública.
Por esta cantidad los televidentes alemanes tienen garantizada una televisión pública de verdad, que con frecuencia fustiga a los Gobiernos de turno; que no corta las películas con publicidad, porque los anuncios sólo se emiten en franjas horarias concretas antes de la hora de máxima audiencia a las ocho de la noche; y que no le cuesta ni un euro al Estado.
Un Consejo de Radio y Televisión tiene la misión de controlar y elegir al intendente o director general de la cadena pública de turno y al Consejo de Administración. En el Consejo están representados los partidos políticos, iglesias, sindicatos, las patronales y diversas organizaciones no gubernamentales. El intendente dirige y representa a la cadena. El Consejo de Administración se encarga de la gestión económica.
Los programas de las dos cadenas nacionales de la televisión pública, la primera (ARD) y la segunda (ZDF), obtienen casi siempre la mayor audiencia y superan a cualquier telebasura de las privadas. El canon (193,80 euros al año) se encuentra en la zona media de Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2005