Cuba advirtió ayer a los empresarios norteamericanos que venden alimentos y productos agrícolas a la isla desde 2001 -gracias a una de las pocas grietas que existen en la política estadounidense de embargo- de que este comercio peligra debido a las últimas medidas restrictivas de la Administración Bush. El Departamento del Tesoro anunció esta semana que a partir de ahora las compañías estatales cubanas deberán pagar sus compras a los empresarios norteamericanos al contado y antes de que el barco salga de puertos de EE UU, lo que, según La Habana, podría exponer a Cuba a que sus bienes sean embargados "para ejecutar fallos judiciales, legalmente infundados, que han sido emitidos por tribunales norteamericanos". Hasta ahora, Cuba abonaba las compras a las firmas estadounidenses una vez que las mercancías llegaban a puertos cubanos.
Según Pedro Pérez, presidente de la compañía estatal Alimport, desde diciembre de 2001, cuando se realizaron las primeras operaciones, hasta el 23 de febrero de 2005, Cuba ha importado de Estados Unidos 4,9 millones de toneladas de productos por 1.255 millones de dólares. Según Álvarez, hasta la fecha se han pagado sin demora 1.061 millones. Estados Unidos es el primer suministrador de alimentos de la isla, que ocupa el puesto 25 entre los países receptores de mercancías norteamericanas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de febrero de 2005