El cantante estadounidense Michael Jackson se presentó ayer ante el tribunal de Santa María (California) para comparecer en el juicio que decidirá si abusó o no sexualmente de un menor.
El rey del pop, de 46 años, que vestía de negro y llevaba la cara muy maquillada de blanco,llegó en un rutilante 4x4 negro, junto a su madre, Katherine, y Jermaine, uno de sus hermanos, pasadas las 8 de la mañana (las 5 de la tarde en España). Pese a la lluvia, los alrededores estaban repletos de periodistas y fotógrafos y había un grupo de seguidores con pancartas. "Hoy es un día muy importante, el inicio de algo que acabará en un final feliz o muy triste", comentó Brian Rashad, un estudiante afroamericano que mostró su inquietud por la ausencia de negros en el jurado. "En esta zona viven sobre todo hispanos y blancos ricos," señaló. El grupo que juzgará a Jackson está compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres, cuyas edades oscilan entre los 20 y los 79 años. Siete de ellos son blancos, cuatro de origen hispano y uno es asiático. De ser hallado culpable, Jackson podría ser condenado a 21 años de cárcel.
El juez a cargo del caso, Rodney Melville, advirtió a los 12 jurados que se abstengan de hablar con terceros del juicio y leyó 28 actos presuntamente cometidos de abuso sexual a un menor enfermo de cáncer de 13 años, en Neverland, la mansión de Jackson, en 2003.
En su declaración inicial ante el jurado, el fiscal Thomas Sneddon señaló que el cantante expuso al menor a "una extraña conducta sexual", y que un empleado, Frank Tyson, le había insinuado que su madre podría ser asesinada. Añadió que Jackson había mostrado al niño material pornográfico de Internet la primera vez que estuvo en Neverland en 2000, a los 10 años.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de marzo de 2005