Los cuerpos sin vida de siete personas fueron hallados entre el lunes y el martes de esta semana en el interior de dos automóviles en Tochigi, al norte de Tokio, y en lugares separados 50 kilómetros entre sí, en lo que parecen ser dos nuevos casos de "suicidios pactados en Internet", informó la policía. El martes, los cadáveres de dos hombres y una mujer fueron encontrados en un coche aparcado en el lecho seco de un río de la pequeña ciudad de Ninomiya, y el lunes, los de tres hombres y una mujer en la también pequeña, pero muy turística, ciudad de Nikko.
La policía sospecha que ambos incidentes son suicidios en grupo, acordados en Internet, una vía predilecta para que desconocidos establezcan contacto porque les garantiza su anonimato y les permite acordar hasta el último detalle sin alertar a sus seres más cercanos.
Como viene siendo habitual, la parte exterior de los vehículos estaba cubierta con lona de color azul, las ventanas selladas y en el interior había hornillos portátiles que desprendían monóxido de carbono, con el que, según todos los indicios, murieron intoxicados sus ocupantes, la mayoría, una coincidencia más, procedentes de diferentes partes de Japón. En lo que va de año e incluidos estos últimos casos, al menos 20 personas han cometido suicidio en casi exactas circunstancias. En 2004, 55 personas pactaron su suicidio.
Aunque estos acuerdos macabros pactados por Internet se producen desde los últimos años de la década de los noventa en gran parte del planeta, se dan en cifras especialmente altas en Japón, que, con 24,1 casos anuales por cada 100.000 habitantes, tiene más suicidios per cápita que cualquier otro país industrializado, según la Organización Mundial de la Salud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de marzo de 2005