En Internet, donde una tecla puede transportar a ámbitos tan desconocidos como peligrosos, se esconde un inabarcable negocio lleno de sexo ilegal y violencia al alcance de una mirada. Un recóndito lugar en el que se ha adentrado el francés Olivier Assayas en Demonlover, película repleta de adictos al trabajo, noches de sexo en gélidos hoteles e interminables horas de onaººnismo frente al porno de pago.
El núcleo de la historia está ubicado en una empresa japonesa de animación que esconde oscuras tramas relacionadas con el porno en Internet, aunque Assayas sólo la utiliza como excusa para hablar de la soledad y de las batallas laborales entre empleados ultramodernos. Lo mejor del filme es el retrato de un mundo donde parece que no hay nada más que el trabajo.
DEMONLOVER
Dirección: Olivier Assayas. Intérpretes: Connie Nielsen, Charles Berling, Chloë Sevigny, Gina Gershon. Género: drama de intriga. Francia, 2002. Duración: 120 minutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de marzo de 2005