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COLUMNA

'Valencia is different'

Con la denuncia sobre el 3%, por parte de Maragall, se ha organizado la gran escandalera. En Madrid, por ejemplo, hay quienes han aprovechado la ocasión para arremeter contra los nacionalistas de CiU. Había que oír, en la Cope, a Jiménez Losantos y a sus tertulianos del programa La Mañana. Cómo disfrutaban poniendo a caldo a los nacionalistas convergentes y a Pujol. Porque daban por sentado, ¡faltaría más!, que la acusación de cobrar el 3% de la obra pública era cosa cierta. La obra pública es golosa para sacarle "provecho". Pero eso no siempre es así. En Catalunya, no sé. Aquí es diferente. En el País Valenciano, durante la presidencia de Zaplana, se han invertido miles de millones en obras públicas monumentales, faraónicas. En algunos casos, con recalificaciones y, por tanto, revalorización de los terrenos adjuntos. Y nadie ha levantado la voz acusando seriamente al PP de percibir comisiones. Otra cosa era cuando los socialistas, ¡claro! Maria Consuelo Reyna, felizmente recuperada por Pedro J., para gloria y prez del periodismo nos pedía el miércoles refrescar la memoria con esta pregunta: "¿Qué partido envió una circular a los ayuntamientos e instituciones en los que tenía mayoría absoluta, ordenándoles contratar con las empresas controladas por ese mismo partido?". Refresco mi memoria y contesto: el PSPV. Pero añadiría esta otra pregunta, por si la periodista puede darle respuesta: ¿Qué político del PP valenciano confesó, a un amigo, que deseaba entrar en política para ganar dinero, y hoy día, después de diez años de gobierno municipal y autonómico, se ha convertido en millonario, al menos en bienes raíces, es decir, en pisos? Sólo en Madrid adquirió hace poco uno cuya superficie supera la media hanegada. Y en la zona más cara. Es muy amigo de Losantos, de Pedro J., de Carlos Dávila, de Pilar Ferrer, de Julián Lago... e tutti quanti. Todos ellos periodistas afamados, paladines defensores de la ética profesional y política, dispuestos a halagarle y ensalzarle presentándole como un político ejemplar. No sé si Maria Consuelo Reyna sabrá contestar.

fburguera@inves.es

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de marzo de 2005