Dos hijos del cantautor Pau Riba, el músico Caïm y el grafista Paulet, forman el núcleo original de Pastora, formación que se amplió a trío con la incorporación de la actriz Dolo Beltrán. Ella puso voz a su segundo disco, Pastora (BMG-RCA), cuya mezcla de reminiscencias sureñas, chill, mediterráneas y urbanas ha rondado el disco de oro. Un batería y un bajista respaldarán en Bilbao y Vitoria a ordenador, guitarra, proyecciones y voz.
Pregunta. ¿Es correcto presentar Pastora como un proyecto audiovisual?
Respuesta. Sí, de hecho es un proyecto audiovisual. Mi hermano se dedica a lo visual, básicamente, aunque por muchos temas esa parte no salió en este disco, y ha quedado un poco cojo para reflejar el global del grupo. De hecho, nació para hacer directos, era más tipo performances. Es muy artesanal; mi hermano no ilustra las letras, da un ambiente en tiempo real, en vivo, y con gadgets que tiene por ahí, un mechero, una vela, un no sé qué,...
P. ¿Cómo logran aportar calor a las texturas sintéticas que usted teje?
R. Es parte de la evolución. Llegó un momento en que ya había experimentado y tenía ganas de volver a los sonidos orgánicos, volver a tocar la guitarra, los teclados, piano. Y al incorporar a Dolo todo el conjunto cogió un poco más de orgánica.
P. Ser hijos de quien son, ¿les coloca bajo una lupa?
R. En Cataluña sí nos miran a veces como hijos de Pau, pero en este disco ni nos hemos acordado de que lo somos. No hay lugar a comparaciones.
P. ¿Qué puede adelantar de su próximo disco, previsto para junio?
R. Procuraremos no perder la esencia, aunque Dolo ya empieza a ser un poco más lírica, le gusta más cantar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de marzo de 2005