La noche es el soporte
de la derrota. Por la mañana oiremos
latir de nuevo el corazón
y nos abrazaremos a la duda.
La duda es luz primero y luego sombra.
El péndulo del día y de la noche.
Por la mañana, coger aire,
guardarlo en la alcancía, y por la noche
beberlo a largos sorbos.
Administrar el don del aire.
Ninguna otra victoria es verdadera.
Arturo Tendero (Albacete, 1961) es autor de libros como Una senda de aldeas cotidianas y Adelántate a toda despedida (de próxima publicación en Pre-Textos).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de marzo de 2005