Convergència i Unió (CiU) presentó ayer, una semana después de su anuncio, una querella criminal por injurias y calumnias contra el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, por acusar a los anteriores Gobiernos de CiU de cobrar comisiones del 3% en la adjudicación de obras públicas. También ayer, Josep Piqué, líder del Partido Popular en Cataluña, cumplió su amenaza y presentó una moción de censura contra Maragall que se debatirá en el pleno del Parlamento catalán el próximo jueves.
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La querella, que no está firmada por ninguno de los dos principales dirigentes de la formación nacionalista -su presidente, Artur Mas, y el secretario general, Joan Antoni Duran i Lleida-, sino por el secretario general adjunto, Xavier Trias, señala en el mismo texto que se desistirá de la acción penal si Maragall se retracta y retira sus acusaciones.
El presidente de la Generalitat calificó la querella como "un hecho gravísimo y sin predecentes". Maragall manifestó en una declaración leída ayer por la tarde que considera "inaceptable que el presidente de la Generalitat tenga que hablar bajo la amenaza de una querella". También ayer se constituyó la comisión de investigación del Parlamento catalán sobre el hundimiento del túnel del Carmel. La comisión será presidida por Joan Boada, portavoz parlamentario de Iniciativa per Catalunya-Verds.
En relación con la gestión de la obra pública, ayer trascendió que la adjudicación de obras sin contrato era una "práctica generalizada" en la empresa pública Adigsa en la etapa de CiU. Por su parte, la fiscalía de Barcelona llamará a declarar a varios empresarios que en los últimos días han denunciado pagos para obtener contratos de obras públicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de marzo de 2005